Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se respetan como nunca antes. Después de haber protagonizado una interna encarnizada por el cetro opositor, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio y el jefe de gobierno porteño recompusieron su vínculo en los últimos veinte días. Se telefoneaban más veces de las que se enteraban sus asesores. Ella le anticipaba movimientos y él le daba consejos mientras discutían sobre la situación del país. Fue un acercamiento gradual que les permitió congeniar y reconstruir la confianza. Y terminaron de forjar el acuerdo en una charla de una hora y media. “Para que esto funcione hay que trabajar en una relación; no puede ser solo sacarse una foto”, comentó Larreta ante sus íntimos.